Las infancias, en el cine, han sido retratadas de diversas maneras. Un periodo en el que todos estuvimos y fuimos y al que, a veces, nos permitimos volver. Un periodo lleno de imaginación y juego, pero que, muchas veces y debido a los contextos sociales y económicos, es corrompido. Yana-Wara, La hija de todas las rabias, Aula 8 y El eco son películas de historias sobre niños y niñas que muestran una diversidad de dificultades que atraviesan a toda Latinoamérica.
Yana-Wara, película póstuma de Oscar Catacora y terminada por Tito Catacora, narra la historia de Yana Wara, una niña-adolescente quien es víctima de abusos sexuales y psicológicos producto de una maldición familiar. Como en El alma buena de Sezuán, los Catacora nos golpean, repetidamente, con la realidad. Una en la que se usa como excusa lo místico para explicar los abusos de la sociedad y el olvido del Estado a lugares que no son la capital. Con un tratamiento visual exquisito que encuentra su referente en el cine asiatico, el filme puneño atraviesa el amor, la injusticia, la cosmovisión andina y la piedad. Yana-Wara puede ser vista como algo cruel, pero no hay duda de que devuelve la esperanza.
La hija de todas las rabias cuenta la historia de María quien, con su madre, vive de vender cosas encontradas en un basural enorme. Un día, debido a problemas con el dinero, la madre debe dejar a María en un centro de reciclaje donde se queda a trabajar. Pero pasan los días y ella no regresa. El filme de Laura Baumeister narra el viaje de una pequeña antiheroína en busca de su madre, en busca de ella misma. La hija de todas las rabias pone en la mesa temas urgentes: la explotación infantil y la acumulación de basura en latinoamérica. Temas que no deben ser olvidados debido a su cotidianidad.
Aula 8 es el retrato de un profesor de una escuela pública peruana quien, durante la pandemia, ha encontrado sus propias formas para hacer que sus alumnos tengan una educación integral y crítica. En este filme, Hector Galvez se aleja de todo tipo de pretensión para contarnos una historia divertida y honesta con una pregunta clara: ¿por qué es importante la educación en el Perú? El profesor de Aula 8 encontró sus propios rituales y ejercicios para que una clase por videollamada sea un momento de debate, de cariño y, sobre todo, de aprendizaje.
El eco, cuarto largometraje de Tatiana Huezo, es un poema visual sobre una familia que habita en una remota aldea mexicana llamada el Eco, donde hay escasos recursos pero abundancia de niños y niñas. El eco recorre temas transversales a todas las familias: las desigualdades de género, problemas matrimoniales, desencuentros entre madre e hija y herencias femeninas. A través de una imagen y sonidos envolventes y mágicos, Tatiana Huezo nos atraviesa el alma con una historia que habla acerca de la comunidad, pero sobre todo que aborda cálidamente el amor de familia y el cuidado.
Estas son algunas de las historias protagonistas de la competencia del Festival. Películas que retratan las distintas realidades de las infancias en Latinoamérica y que nos hacen reflexionar sobre el futuro lo ético y moral. Revisa la programación aquí y elige la que más te guste.
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