En los últimos años, la definición de familia ha sido conflictiva. Esto debido a que con el pasar del tiempo, se exponen necesidades y demandas -que siempre existieron pero que socialmente no eran aceptadas- que moldean esa definición. Lo hegemónico, cada vez, tiene menos valor y lo divergente se vuelve necesario para comprender la realidad, una que es impredecible y cambiante. La erección de Toribio Bardelli, El castigo, Amando a Martha y El castillo representan a familias modernas con conflictos reales y urgentes.
La erección de Toribio Bardelli, tercer largometraje de Adrián Saba, es el retrato dramático-cómico de una familia de limeños de clase media que han perdido a un integrante importante y articulador: la esposa de Toribio Bardelli. La película es el recorrido de un padre y sus tres hijos por tratar de acercarse los unos a los otros con el fin de aprender a lidiar con la ausencia de un ser querido. Con una fotografía y arte pulcros, La Erección de Toribio Bardelli se convierte en una tierna y sutil meditación sobre el duelo.
El castigo, octavo largometraje del chileno Matías Bize, nos cuenta el drama de una familia pequeña, Ana y Mateo, que en un viaje por la carretera, castigan a su hijo Matías dejándolo solo en medio de la carretera rodeada de kilómetros y kilómetros de bosque. Regresan a los dos minutos, pensando que había sido castigo suficiente, pero Matías ya no está. A través de un plano secuencia y cámara en constante movimiento, vemos cómo esta pareja de esposos se quiebra y aparece una pregunta fundamental: ¿Matías es la única razón por la que siguen juntos? El castigo dialoga sobre las desigualdades entre madres y padres con respecto a sus responsabilidades y deberes. Alejados de toda población en medio del bosque, en lo salvaje y austero; la sociedad les sigue presionando, a lo lejos, sobre el qué hacer o no hacer, cómo ser o no ser. Bize pone sobre la mesa aquel cuestionamiento que la sociedad no quiere que nos hagamos: ¿realmente, queremos ser madres/padres?
Amando a Martha, primer largometraje de Daniela Lopez, es una valiente radiografía de los pensamientos familiares e individuales sobre la violencia de género en casa. La abuela de Daniela le confía ciertos documentos escritos y sonoros que son registro de los maltratos que sufrió por parte de su esposo. Estos testimonios son escuchados y leídos por los demás integrantes de la familia quienes tienen diversos puntos de vista. Daniela tiene que enfrentarse a eso y a sus propias culpas. Así, Amando a Martha simboliza un quiebre dentro de una familia con distintas generaciones y cómo cada una de ellas se acerca a dos seres queridos que han ejercido y sufrido violencia.
El castillo es el retrato de una familia distinta, moderna, que vive en una mansión heredada por su antiguo empleador bajo la condición de nunca irse. Con una imagen sabor a ensueño y relaciones ficcionadas, El castillo aborda múltiples temas que parten de la relación más profunda que podríamos tener cualquier de nosotros en la vida: la de hija y madre. Como en Gray Gardens, Martín Benchimol logra introducirnos, éticamente, a una relación en quiebre: una hija que quiere migrar a la capital y que la madre se despoje de toda los rezagos de la esclavitud en su mente, y una madre que quiere mantenerla cerca porque necesita compañía y depende de las habilidades de la única persona que la ha sostenido durante todos estos años. El castillo es un relato amoroso que toma como excusa los conflictos familiares para hablar de temas urgentes que nos atraviesan a todos como sociedad.
Estas son algunas de las historias protagonistas de la competencia del Festival. Películas que representan a familias modernas y que abordan problemáticas urgentes. Revisa la programación aquí y elige la que más te guste.
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